Jueves 7 de Noviembre de 2024
Fecha de caducidad de la teoría
del fango
La prensa de hoy recoge la noticia
de la detención de varias personas en relación con los incidentes con el
Presidente del Gobierno cuando visitó las zonas dañadas por la riada en
Valencia; y lo hace destacando que, al parecer, no son pertenecientes a grupos
de la ultraderecha y que son personas que además llevaban varios días de
voluntarios limpiando las calles. Lo traigo a colación porque en las
declaraciones que hizo el Sr. Sánchez, de vuelta a Madrid, hace unos días
afirmó tajantemente que eran grupos organizados de extrema derecha y enmarcó
esos hechos con la persecución política que sufre de la extrema derecha y los
igualó como delincuentes a los que mantienen procesos penales contra su mujer o
su hermano: es decir, los incluyó en lo que tantas veces ha llamado fango judicial
de extrema derecha.
Como es lógico no critico que el Sr. Sánchez
tenga esa opinión, pero sí me parece necesario que este señor, que es
Presidente de Gobierno, deje de atacar de esta manera a la Justicia acusándola
de persecución política, porque, desde el punto de vista constitucional (art.
117 CE) y legal, es achacar a los órganos judiciales competentes la comisión del
delito más grave que pueda cometer un juez en cuanto juez: la prevaricación. Es
inasumible que, como representante máximo del Poder Ejecutivo, acuse al Poder
Judicial de prevaricar, aprovechando así para beneficio propio y de su familia,
incluso, una tragedia humana como la que se vive en Valencia. No se trata sólo
de que se podría, en su caso, incurrir en presunta difamación, sino de una trasgresión
clara de sus deberes básicos como Poder constitucional. La ironía del destino
hace que a la certeza de cumplimiento por los jueces de sus deberes sólo con
criterios legales se una ahora, al parecer, la curiosa circunstancia de que los
que le atacaron con barro y escobazos en Valencia no lo hicieron por ideas políticas
de extrema derecha.
Valentín Cortés
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