Lunes 18 de Junio de 2018
De nuevo la “querella catalana”
Perdida entre las noticias del momento
(declaraciones de Ministros, el mundial de futbol, las elecciones en el Partido
Popular y el ingreso en prisión del Sr. Urdangarín, por ejemplo) aparece en
pocos medios digitales la noticia más importante, hoy día, desde nuestro punto
de vista, que saben que es el jurídico (puede leerse en www.larazon.es). El Tribunal Supremo ha rechazado la querella por prevaricación
pasiva que el Sr. Torra interpuso contra el Sr. Rajoy y la Sra. Santamaria por
no publicar en el BOE la decisión del Sr. Torra nombrando su, podemos decir,
primer gobierno, que, como recordaremos, estaba plagado de huidos y encarcelados.
Tomar esta decisión en tan escaso
tiempo, sin diligencia indagatoria alguna y manifestando con contundencia que
los hechos que se relatan no son constitutivos de delito, supone una toma de posición
del Tribunal Supremo frente a las argucias procesales-penales de los independentistas
que han tomado el proceso como si fuera juego
(no en el sentido que hablaba Carnelutti) para practicar lo que parece más
les atrae: el fraude procesal. La interposición de querellas criminales
infundadas, sin más animo que conseguir efectos más allá del proceso iniciado,
tiene una tradición en Cataluña que, quizá, se remonta a las llamadas “querellas catalanas” tan arraigadas en
el mundo de los negocios en los años sesenta y setenta del siglo pasado.
Hace bien el Tribunal Supremo en
acabar con prontitud con esta posible estrategia.
Valentín Cortés