Lunes 30 de Octubre de 2017
La Banca y el Estado de Derecho
Es imposible dejar de opinar sobre
los temas que suscita el llamado “proceso”, que está en sus bocanadas finales.
Pero lo haré, aunque sobre algo transcendente que puede pasar inadvertido
dentro de esta vorágine de noticias del minuto a minuto y con independencia de lo que nos venga a lo largo del día, que no será poco.
Porque, muchas veces lo que es implícito,
necesita ser explicitado. Obsérvese, en este sentido, que el rechazo a la declaración
de independencia, y al nacimiento de la llamada Republica de Cataluña, era
sabido que era unánime, sin necesidad de declaración alguna, tanto en la
comunidad internacional, como en el conjunto de poderes, de hecho y de derecho,
de todo tipo, que juegan y se entrecruzan en la sociedad española. Pero, es ahora,
cuando haciéndose explicito ese rechazo generalizado, se pone la vacuna para el
futuro y se prohíbe jugar a la ambigüedad y a las dudas, y se hace fracasar de
forma absoluta este llamado “proceso”, que era un fracaso, seguramente, desde
que empezó.
El fracaso de esa declaración de
independencia se basa en que quien la proclama, como decíamos el viernes, ni
tiene imperium, ni potestas, ni auctoritas. La última explicitación de estas carencias la ha dado (vid.
www.expansion.com) el comunicado
conjunto de la Asociación Española de Banca y la Confederación Española de
Cajas de Ahorros, que han manifestado públicamente su compromiso con el cumplimiento de la Constitución y la legalidad
vigente. Es bueno, pues, que se vea lo que es obvio: que el sistema
financiero ni obedecerá a esa República, ni ésta podrá obligar a ese sistema a
obedecerla.
Valentín Cortés