Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 6 de noviembre de 2018


Martes 6 de Noviembre de 2018

Insisto, de nuevo

Mientras que los Magistrados de la Sala Tercera siguen discutiendo cuál será su doctrina en referencia al pago del Impuesto de actos jurídicos documentados en las escrituras de préstamo o crédito con hipoteca, la Ministra de Hacienda( www.expansion.com) plantea el tema del déficit que supondría en las cuentas del Estado que se declararan efectos retroactivos a la doctrina que se emane obligando del pago del impuesto a las entidades financieras.

No tengo que repetir, porque ya lo he dicho varias veces en este blog, que, desde el punto de vista jurídico, es una equivocación grave dar efectos retroactivos a la nulidad de un reglamento, para eso está la Teoría General del Derecho. Lo expresó bien el Consejero Delegado del Banco de Santander, y nos hicimos eco, de ello el pasado día 31 de Octubre (los bancos, dijo, no tienen nada que devolver, pues nada cobraron, actuando conforme a la norma y, por consiguiente, sin imponer ninguna cláusula en ese sentido) y hoy lo explicita, en números, la Ministra. Porque no hay que olvidar que esos efectos retroactivos a quienes afectarían sería a las Haciendas autonómicas que deberían devolver, en su caso, en concepto de pago de lo indebido, siendo altamente improbable que se pudiera arbitrar una fórmula jurídicamente válida, para que los bancos asumieran, ahora, el pago de unos impuestos a los que no estaban obligados en el momento de la realización del hecho imponible. Al desastre jurídico se añadiría el desastre económico y la enorme inseguridad e incerteza jurídicas que se originaria en el supuesto de que se declararan efectos retroactivos de esa doctrina que, me temo, está preñada de ideología.

Valentín Cortés