Miércoles 17 de Febrero de 2021
La sin razón del impuesto de
sucesiones
Leo en www.eleconomista.es un interesante
reportaje sobre el quehacer de una asociación que se llama Stop Sucesiones,
que lógicamente tiene como fin la eliminación del impuesto de sucesiones del
panorama impositivo español, lo que parece razonable, al menos, entre padres,
hijos y descendientes o ascendientes o parientes en sentido restrictivo.
De ese reportaje me interesa detenerme,
sobre todo, en un dato que proviene, según el medio periodístico, del Consejo General
del Notariado: en la última década las renuncias a la herencia
instrumentalizadas en documento publico han pasado de 18.900 a 45.000. Si tenemos en cuenta la enorme cantidad de
sucesiones intestadas que se producen en España, las renuncias de facto (al no efectuarse
la declaración de herederos) deben ser mucho más numerosas, pues ni siquiera
hay que renunciar a la herencia, sólo, de forma incluso pasiva, a la declaración
de la condición de heredero.
Esto indica que se trata de un impuesto
confiscatorio (prohibido por el art. 31.1 de la Constitución) pues el beneficiado
por la Ley o por la liberalidad, paradójicamente se ve perjudicado
patrimonialmente por el costo fiscal de aceptar la herencia o bien de ser
declarado heredero. Y se da lugar en muchas ocasiones a unas situaciones
patrimoniales que se quedan en una especie de limbo jurídico que dan lugar a
corruptelas y fraudes de todo tipo.
Valentín Cortés