Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

jueves, 19 de octubre de 2017


Jueves 19 de Octubre de 2017
El dialogo, la represión y la amenaza
He leído la carta del Sr. Puigdemont al Presidente del Gobierno, enviada como contestación al requerimiento de éste ex art. 155 de la Constitución, que conviene recordar no sería ya si declaró o no la independencia (eso  no fue contestado en su momento con ocasión de primera parte del requerimiento), sino para que  cumpliera con sus obligaciones constitucionales, volviendo la Generalidad a la legalidad, que es lo que se establece en la norma citada; lo que es tanto, entre otras cosas, como la derogación inmediata por la Generalidad, y sus instituciones, del entramado “legal” que el Tribunal Constitucional o bien ha declarado nulo, o bien ha suspendido en su eficacia, amén de comportarse como Estado cumpliendo  el ordenamiento jurídico que le vincula como a cualquier parte de aquel.
Se trata de una contestación que, claramente, provoca la puesta en marcha del procedimiento del art.155 citado, cuyo acto inicial será la aprobación por el Consejo Extraordinario de Ministros el próximo sábado de las medidas que se van a pedir que adopte el Senado, pues el Sr. Puigdemont, no sólo no ha anunciado que vuelve a la legalidad, sino que llama represión a la actuación de la Judicatura, en persecución de delitos varios, y amenaza con levantar la suspensión de la declaración de independencia ( que, por tanto, declaró), si no se inicia por el Gobierno lo que llama diálogo, que, por lo que se ve, tendría por objeto, no tanto recomponer la legalidad, como consensuar entre el Estado y el Sr. Puigdemont la independencia declarada de Cataluña. Por consiguiente, la aplicación del art. 155 es inevitable.
Como imagino que esta contestación del Sr. Puigdemont no es consecuencia de un delirio eximente de su responsabilidad, sino producto de su afamada “astucia”, usando su propia terminología, me temo que en la respuesta del Estado se incluirá con el tiempo la “represión”, que, sin duda, le afectará y gravemente.
Valentín Cortés