Viernes 8 de Junio de 2018
“Dialogar”, palabra mágica
Después del primer Consejo de
Ministros del nuevo Gobierno, una de las afirmaciones que se hacen de forma
recurrente es que el tema catalán es prioritario y que el Presidente llamará a
Torra para dialogar.
Como declaración de principios está
bien, pero conviene que se nos dijera qué significa dialogar. Y, sobre todo, de qué se puede dialogar cuando una de las
partes lleva muchos meses empecinada en la violación, siempre que sea posible y
dejen los jueces y fiscales, de la Constitución y del Código Penal.
El llamado problema catalán es, por
supuesto político, pero antes y en esencia es un problema jurídico penal y constitucional,
que se basa en la desobediencia, deslealtad y violación de la Constitución. Todo
lo que sea otro diagnóstico es llevarnos necesariamente al fracaso de ese
dialogo. El dialogo pasa, pues, necesariamente por algo tan sencillo como cumplir y hacer cumplir la Constitución y
preservar el Estado de Derecho.
Ahora, si de lo que se quiere
dialogar es de otra cosa es evidente que no se afronta el tema catalán, ni, por
supuesto, se resuelve, porque en cualquier situación lo primero que hay que
respetar son las reglas de juego. Y eso no lo hacen las autoridades catalanas.
Valentín Cortés