Jueves 21 de Febrero de 2019
Las
palabras del Rey
Toda la prensa digital de esta
mañana recoge las palabras del Rey al recibir el Premio Mundial de la Paz y de
la Libertad, manifestando que “no es
admisible apelar a una supuesta democracia por encima de la Ley”.
Esta idea se contrapone
frontalmente, y de forma excluyente, a la que mantenía, hace poco, el Sr. Torra
(“nosotros ponemos la voluntad de la
gente por delante de la Ley”) y a la que, estos días de juicio, proclaman
los procesados (“teníamos un mandato”, dicen
sin pudor) que priman hasta anular la Ley, haciéndola, según su criterio,
inoperante.
Ya dijimos el pasado día 13 de este
mes que Carl Schmitt, cabeza pensante jurídica del nazismo, se había encarnado
en el Sr. Torra y, por lo que ahora oímos, lo hace en todos estos procesados,
que basan su defensa en algo tan chirriante [para un Tribunal, que sólo está
sometido al imperio de la Ley ( art.
117 de la Constitución)], como que le digan que el incumplimiento y fractura de
la Ley y Constitución tiene justificación en la “voluntad de la gente”.
Frente a esta deriva totalitaria,
lo único que ha hecho el Rey, en cuanto Jeje del Estado (art. 56.1 de la Constitución)
es recordar algo tan obvio como el mandato del art. 9.1 de la Constitución: Los ciudadanos y los poderes públicos están
sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.
Valentín Cortés