Martes 11 de Junio de 2013
Un país judicializado
La noticia que da www.eleconomista.es en su edición de hoy no por intuida es menos desesperante.
Parece que en España se están conociendo judicialmente 300 casos de corrupción,
en 144 investigaciones que involucran, según el medio de comunicación, más de
1.200 millones de €, cifra en la que valora el blanqueo de capitales,
malversaciones de caudales públicos o desvíos de fondos que están afectados por
estos casos.
Esto indica, --además de un altísimo grado de corrupción que se adueñó,
principal pero no exclusivamente, de la clase política en la época en la que
“éramos ricos”,-- que tenemos a la sociedad política judicializada.
El problema es que, según mi criterio, esta judicialización no es
asumible por los Tribunales, pues no están preparados técnicamente para
investigar tanto delito económico (los jueces, por ejemplo, desconocen por lo
general qué es un balance), ni tienen los medios para ello, medios que le
vienen necesariamente del Poder Ejecutivo (Estado y Autonomías). Además de
producir un efecto, inevitable pero perverso, cual es que los jueces se acaban
convirtiendo en componedores y reparadores de desastres políticos o en
fustigadores de partidos políticos.
Mala situación.
Valentín Cortés