Viernes 15 de Noviembre de 2019
¡Un poco de sensatez!
Parece ser (vid. www.abc.com de esta tarde) que el Sr. Sánchez
aboga por una solución política a la cuestión catalana, pero no concreta
qué sería una solución así calificada.
En el desbarajuste mental e
intelectual, ciertamente grave, de nuestra clase política se habla de solución política
como contrapuesta a la solución jurídica. Digamos, de forma inmediata, que no conozco a
nadie que sostenga que la cuestión catalana se soluciona jurídicamente, porque
sencillamente el meollo de esa cuestión es que un sector de la población en
Cataluña (no sabemos de qué importancia social real) quiere que Cataluña sea un
Estado independiente. Pero una cosa es querer y otra, poder.
Hasta ahora ese sector ha creído
que la solución es conseguirlo apoyándose en un incumplimiento y violación de
la Ley y de la Constitución; es para la solución de este problema para lo único
que no sirve la solución política y para lo que existe una única solución que
es precisamente la jurídica, que pasa por la aplicación estricta de la Ley y de
la Constitución. Y a esto un Estado de Derecho no puede renunciar.
Siendo así, ¿quiere decir el Presidente
del Gobierno que se va a sentar con determinados sectores políticos de toda España
(no sólo de Cataluña, porque la soberanía nacional reside en todos y cada uno
de los ciudadanos españoles, art. 1.2 de la Constitución) para consensuar una posible
modificación de la Constitución española que permita la secesión de Cataluña
por los métodos y caminos previamente establecidos en la Constitución vigente?
Esa es la pregunta que debe
contestar.
Valentín Cortés