4 de Julio de 2013
Aparece en toda la prensa digital de hoy; el Tribunal Supremo ha
rechazado la querella por prevaricación del juez Silva contra el instructor de
su queja y petición de amparo al Consejo General del Poder Judicial, porque el
Juez (y su abogado) han cometido el error de no personarse. La personación es
inherente a la querella, pues sin personación no hay querella. Naturalmente, si
mañana se presenta la querella correctamente, y los hechos revisten carácter de
delito, el Tribunal Supremo la admitirá a trámite.
El tono jocoso con el que algunos medios despachan la noticia a mí no
me parece procedente. Es triste que un Juez, que decide sobre la hacienda,
derechos y libertad de las personas, pueda cometer estos errores formales, pues
algo tan elemental no se puede pasar por alto con una sonrisa, aunque sea hiriente.
Para mí es muy sintomático de la situación jurídico- procesal que rodea a este
Juez y del grado de Justicia que cabe esperar de su Juzgado.
Valentín Cortés