Lunes 13 de Marzo de 2023
La gran pregunta jurídica en
el proceso penal contra el Club de Futbol Barcelona
La prensa de este fin de semana ha
dado amplia información sobre la decisión del Real Madrid de personarse como perjudicado
en el proceso que se sigue en Barcelona por la presunta compra de árbitros en
unas determinadas temporadas pasadas.
Desde la perspectiva de este blog (que
obviamente no es la deportiva) conviene decir que la personación de un
perjudicado en un proceso penal abierto contra terceros es una figura que está regulada
en nuestro ordenamiento juridico procesal (art. 110 y concordantes de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal). El perjudicado, si se persona, puede ejercitar en ese
proceso penal la accion penal, pidiendo el enjuiciamiento y la imposición de
una sanción de carácter penal al acusado; y también la civil, pidiendo la indemnización
de daños y perjuicios que le haya ocasionado la comisión de los hechos que se
acusan como delictivos. Si ejercita conjuntamente la civil con la penal, obviamente,
en estos casos, junto a la prueba de la responsabilidad penal del acusado, se debe
probar haber sido perjudicado, moral o patrimonialmente, por la comisión de
esos hechos. Y es aquí donde radica,
bajo mi punto de vista, una gran dificultad, cual es probar el daño cuando éste
es, o se pretende que sea, exclusivamente patrimonial. El daño entendido exclusivamente
como disminución patrimonial me parece de muy difícil prueba. Por eso, estimo que la personación de este club,
como la de cualquier entidad o persona como perjudicada, sin duda estará motivada
en este caso por la producción de daños morales o reputacionales que no
necesariamente deben estar liquidados y cuantificados monetariamente y que se
deducen de participar, de manera directa o indirecta, en esas competiciones que
han sido falseadas.
La gran pregunta jurídica, porque
podría ser ésta la cuestión, es si la condena por daño reputacional puede ser
la exclusión, definitiva o temporal, del Club acusado y, en su caso, condenado,
de las competiciones oficiales, como medio de satisfacer el daño moral que se
puede haber causado a los demás competidores o participes en esas competiciones.
Valentín Cortés