Miércoles 21 de Febrero de 2018
Es bueno no confundir churras con merinas.
Dice el director de ARCO (la mayor
muestra de arte anual que se celebra en España) que retirar de la exposición las
fotografías de los llamados por el autor presos políticos españoles “es una idea malísima” (vid. la noticia con
detalle en www.elmundo.es
). Estas personas retratadas, o han sido condenados por delitos comunes (por
ejemplo, lesiones o agresión a guardias civiles y esposas), o son investigados
en este momento por delitos graves que, en nuestra democracia no pueden tener la
consideración de delitos políticos( rebelión, sedición, malversación de
caudales públicos, etc.). En todos los casos, los autores son personas que se
dedican a la política o que tienen importantes connotaciones de activismo político.
Traigo esta noticia, similar, por
supuesto, a la de la huida de la Sra. Gabriel a Suiza para cubrirse con el
manto de la persecución por delitos políticos (vid. la prensa digital de hoy), porque,
desde el punto de vista jurídico, conviene
no equivocar las cosas: lo que hace el autor de las fotografías es ensalzar
a los autores de la comisión de delitos comunes, posiblemente, por ser de su
misma ideología política; si la Galería
que exponía esos retratos estima que debe retirarlos está en su derecho y,
desde ese momento, no puede ser “una
noticia malísima” por mucho que se empeñe el Director de ARCO, pues, me
imagino, que será resultado de intereses comerciales. Al igual que si la Sra.
Gabriel huye a Suiza no es producto de la política, sino de los intereses particulares
de esta Sra., quien, sin duda, intenta defenderlos mejor en Suiza.
Por eso, unas son las churras y otras
las merinas.
Valentín Cortés