Lunes 7 de Marzo de 2022
La guerra y la Corte Internacional de Justicia
Una guerra en pleno siglo XXI no se
puede ocultar porque no hay un corresponsal que nos cuente lo que en ella
sucede, sino porque hay miles de ellos que, para todo el mundo y en cada
momento, nos trasladan desde sus teléfonos y por internet sus fotos, sus videos
o sus comentarios. Por eso sabemos que esta guerra en Ucrania es una agresión,
que ha sido ordenada y mantenida por Putin (agresión, en el sentido jurídico
de un verdadero crimen castigado por la legislación internacional por la Corte
Internacional de Justicia). Pero, el Tribunal de la Haya (que es un órgano de
la ONU) no tiene el “aval”, por así decirlo, del Consejo de Seguridad de la
ONU, donde Rusia, es sabido, tiene veto y, en consecuencia, no ha declarado agresión
alguna.
¿Para qué, entonces, sirve que, tal
como hoy recoge la prensa, se haya abierto una causa en la Corte Internacional
de Justicia para perseguir crímenes de guerra en esta de Ucrania, que sólo
serían los individuales y concretos cometidos en el terreno? Mi respuesta es
pesimista, claro está. Pero no del todo. Porque Putin no podrá ser investigado,
pero posiblemente sí miembros importantes del Ejército ruso, que ordenan directamente
operaciones contra la población civil, como lo vemos, precisamente, por esos
videos que nos llegan por Internet, lo que al menos se n os muestra como un factor
preventivo y coercitivo.
La guerra injusta, aunque se gane
militarmente, se suele perder en otros terrenos: uno de ellos es éste que
comentamos, que tan necesitado está de reforma y de reinvención y que,
posiblemente ahora, busque y encuentre mayor eficiencia.
Valentín Cortés