Lunes 4 de Marzo de 2024
La Ley de amnistía y la Comisión
de Venecia
La eminente finalización del plazo
para presentar una nueva ponencia de la Ley de Amnistía, la existencia de otros
problemas que, de repente, adquieren una gran significación política y jurídica
y la banalización del lenguaje de los políticos hacen escandaloso el continuo in
crescendo de la admisión pública, sin tapujos, de que el único sentido que tiene
la Ley de Amnistía es favorecer al Sr. Puigdemont y compañía y hacer posible el
Gobierno del Sr. Sánchez.
Pues bien, una ley que pierde el
sentido de lo general y se promulga para favorecer, penal o políticamente,
directamente a determinadas personas pierde la esencia de norma jurídica para convertirse
en manifestación total y pura de la arbitrariedad y del abuso de Derecho y de Poder.
Por eso extraña que el Gobierno afirme que el borrador del informe de la Comisión
de Venecia (vid. la prensa de este fin de semana) es claramente favorable a
dicha ley, porque es este precisamente uno de los problemas que se destaca como
esenciales de esa futura Ley: el recorrido de tal afirmación optimista y fantasiosa
es ciertamente insignificante.
Valentín Cortés