Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

lunes, 12 de diciembre de 2022

 

Lunes 12 de Diciembre de 2022

Nunca hubo tanto desprecio por el Derecho y por la Constitución

Las propuestas legislativas, todas ellas referentes a modificaciones del Código Penal, que el Gobierno ha hecho la semana pasada y que serán aprobadas, sin duda, en los próximos días por el Congreso, nos dejan, no ya sorprendidos por la deriva autoritaria y anticonstitucional de este Gobierno, cosa que es sabida y que ya hemos denunciado varias veces en este blog, sino por comprobar de forma plástica lo que es el desprecio absoluto por el Derecho que tienen quienes han ideado tal maniobra de “manoseo” del Código Penal y de violación de la Constitución.

Obsérvese bien que se trata de un desprecio absoluto, porque ni siquiera el Gobierno se esconde en la “formalidad”, como hacían los independentistas catalanes en la elaboración de sus leyes usando el mecanismo del fraude legal o constitucional: estos, al menos, mostraban, aunque falsamente, un respeto formal por el Derecho. Por el contrario, los autores de este atentado jurídico del Gobierno o no son conscientes de lo que hacen, o tienen una ignorancia grave y total de lo que es el Derecho o, quizá lo más probable, tienen una concepción autoritaria de lo que es el Ordenamiento Constitucional y Jurídico de tal manera que el Derecho que no gusta, se cambia, sin más consideraciones,  por el que gusta o conviene al autócrata de turno, lo que tuvo, ya lo sabemos, un gran arraigo en la Alemania nazi de preguerra y es una nueva versión de la tan conocida técnica marxista de la aplicación alternativa del Derecho.

Y como todo se encierra en una negociación de pillos (el Gobierno con los partidos que lo sostienen) a cada ocurrencia o exigencia de éstos, aquél se ve forzado a enmendar sus propias enmiendas a su inicial proyecto legal, para con la correspondiente vulneración de la Constitución, dar gusto a unos y satisfacer los intereses sólo y exclusivamente de uno pocos. Ni importa la Constitución ni el Estado de Derecho

Valentín Cortés