Viernes 23 de Diciembre de 2022
Una Ley anticonstitucional
Se ha publicado hoy en el BOE la
Ley Orgánica 14/2022 de modificación del Código Penal, Ley Orgánica del Poder
Judicial, Ley de Enjuiciamiento Civil y alguna otra más.
Si siempre he dicho que la Ley no
es lo que el legislador dice que es la Ley, éste es un caso paradigmático,
sobre todo en lo que se refiere a la supresión del delito de sedición y la modificación
de llamado delito de malversación de caudales públicos. Porque es notorio que
esta ley se promulga no por las razones que manifiesta el legislador en su Exposición
de Motivos, sino sólo y exclusivamente por el acuerdo que el Presidente de
Gobierno ha llegado con los independentistas catalanes, que produce un efecto
doble, no ya político, que por supuesto no opino sobre el mismo, sino jurídico y
constitucional.
En efecto, tanto la sedición como la malversación
de caudales públicos protegían al Estado, de forma preventiva y al socaire de la
amenaza de penas de privación de libertad e inhabilitación graves, de ataques
desde el exterior tendentes a subvertir sus valores constitucionales,
como desde el interior, impidiendo, con la amenaza de penas graves a los
funcionarios y autoridades, la utilización anticonstitucional e ilegal de los
fondos públicos. Todo ese daño al Estado se hace para favorecer a personas y
partidos políticos concretos y mantener al Gobierno, pues, es claramente una
Ley ad hoc, que tiene una finalidad clara. Por eso se legisla con urgencia extrema
y se hace sin contar con los preceptivos informes de los órganos asesores del
Estado.
El Tribunal Constitucional tendrá ocasión
de entrar en el estudio de la constitucionalidad de esta ley, lo que explica,
quizá, la lucha por el control del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal
Constitucional que lleva en paralelo el Gobierno.
Valentín Cortés