Viernes 22 de Junio de 2018
La pomposidad de los políticos
Hoy hemos asistido a dos
manifestaciones de la pomposidad de
los políticos (remito al lector a la prensa digital).
La primera, por supuesto, la del Presidente
de la Generalidad Catalana. La pomposidad siempre es fraudulenta por darle
importancia a lo que realmente no la tiene; y, en este caso, es evidente que
manifestar que no acudirá a las llamadas y convocatorias del Rey, pero acudirá
como segundón (eso dispone la Constitución, art 56.1 y 152.1)) a la inauguración
de los Juegos del Mediterráneo supone una manifestación clarísima de la sumisión
al Estado, con protestas pomposas y, posiblemente, desplantes, aspavientos y gestualidad estudiada , pero, a la postre, sumisión maleducada.
La segunda, la de la Ministra portavoz
que anuncia, vista la decisión del la Audiencia de Pamplona, que el Gobierno se
personará en todas las causas de violencia contra la mujer. Bien: ¿para
defender qué? Si es el interés de las víctimas, para eso están las victimas y
sus familiares. Si es el interés público, para eso está el Ministerio Público (art. 124. 1 de la Constitución).
¡Es la insondable e ignorante
levedad de la pomposidad política que choca con el ordenamiento jurídico constitucional!
Valentín Cortés