Miércoles 14 de Mapo de 2025
Una reforma del Estatuto del Ministerio Fiscal con
nula credibilidad
Ayer hemos sabido que el Gobierno
ha aprobado un anteproyecto de ley de modificación del Estatuto del Ministerio
Fiscal, se nos dice, en el propósito global de otorgar la competencia funcional
para instruir las causas penales a los fiscales.
Esta modificación competencial supondría una
verdadera revolución en el proceso penal y en la concepción del Ministerio Fiscal( desde el Fiscal General
hasta el último fiscal de la carrera), que no se puede hacer sino desde unas
bases y fundamentos inequívocamente constitucionales que, honestamente, no creo
que este Gobierno tenga en la actualidad, ni creo que, por la inercia en la que
está apresado, pueda tener en el futuro; basta recordar la legislación que se
ha aprobado a su instancia y con su participación que, en bastantes ocasiones,
o roza los limites de la Constitución o claramente, según mi criterio, la
vulneran.
Esa nueva atribución funcional requiere
igualmente partir de cero, acabando con el modelo anterior con una modificación
sistemática y global de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y del Estatuto Orgánico
del Ministerio Fiscal, que ni por vocación ni por formación jurídica este
Gobierno está en condiciones de llevar a cabo, incapacidad que igualmente ha
quedado acreditada por la escasísima calidad y técnica legislativa de su legado
jurídico.
Es evidente que esta opinión,
desgraciadamente, no es un prejuicio, sino la constatación de una
realidad que se repite: y, para botón de muestra, con esta reforma, tal como
está diseñada, la pieza fundamental de la Fiscalía, su Fiscal General, no sólo
no seria cesado por motivos legales con la entrada en vigor de la nueva ley, sino
que vería prolongado su mandato.
Valentín Cortés