Viernes 26 de Noviembre de 2021
La muerte civil de los defraudadores de la Hacienda
Pública
He leído en la prensa económica de
hoy distintas noticias sobre las propuestas de los Inspectores de la Hacienda
del Estado, reunidos en Congreso. Entre ellas destaca la propuesta de propiciar
“la muerte civil” de los grandes defraudadores de Hacienda.
Yo ya sé que es una propuesta de
Congreso, pero también me imagino que responde al pensamiento generalizado de
los inspectores. Y, si es así, me resulta preocupante la propuesta de esa “muerte
civil” que, amén de otras contrariedades para ese defraudador, le prohibiría,
por ejemplo, expedir facturas, realizar cualquier tipo de operación financiera,
otorgar escrituras públicas de contenido económico o acceder a los registros públicos
(excepto, se concede, el civil). Si después acudimos a lo que sería un “gran
defraudador” (personas ilocalizables, testaferros, sociedades pantallas o, por ejemplo,
personas que deban a Hacienda una cantidad a determinar), conceptos
indeterminados, relativos y amplios, pensamos que la propuesta de los
Inspectores es inviable por su clara inconstitucionalidad. En el derecho común medieval
existía, incluso, la prisión por deudas, que, al menos, no se propone.
La lucha por las garantías constitucionales
en el proceso de inspección tributaria es un empeño de los juristas en general
y se compadece mal con estas conclusiones congresuales.
Valentín Cortés