Viernes 3 de Diciembre de 2021
La recusación de jueces y magistrados
Como procesalista me causa
escandalo el uso que los independentistas catalanes hacen de una institución
procesal como la recusación en el ámbito del Tribunal Constitucional. Y
me causa gran preocupación que este tribunal, sometido al “chantaje” de la
posible revisión de sus decisiones por las instancias judiciales europeas, no
sepa distinguir el legítimo derecho de los justiciables a un juez imparcial y
lo que es claramente un fraude a la Ley.
Lo digo porque he leído en www.elconfidencial.com de esta mañana
que el Sr. Puigdemont y compañía han recusado a los dos magistrados que en la última
renovación fueron elegidos a propuesta del PP, echándoles en cara su proximidad
a este partido, o sus opiniones adversas sobre el llamado proceso
independentista. La cuestión es tan fácil de responder como preguntarse, con
seriedad, qué tienen que ver las posibles simpatías políticas con la derecha de
estos magistrados con decidir con imparcialidad sobre si en el proceso, que se
ha seguido ante el Tribunal Supremo, que condenó a estos señores, se han
vulnerado sus derechos procesales fundamentales o no. ¿Dónde está el prejuicio
que implique parcialidad? O qué tiene que ver que manifestaran que el “proceso
de independencia” fue un golpe de Estado fallido (¿Qué es la sedición?, pues) con
que ahora estos magistrados tengan predeterminado su fallo en contra del amparo
constitucional de los políticos. La recusación por parcialidad no se puede
basar en meras conjeturas, sino en constancias irrebatibles y lógicas que la
determinen, de modo que o el Tribunal Constitucional pone coto a este fraude o,
en poco tiempo, estarán todos los magistrados recusados al socaire del gusto y fantasía
de esos señores.
Valentín Cortés
PD. - Me sumo a la práctica del “puente”
y volveré a estar con ustedes el próximo jueves día 9.