Viernes 16 de Mayo de 2025
Críticas jurídicas al anteproyecto de modificación del
Estatuto del Ministerio Fiscal
El miércoles pasado ya opinamos muy
negativamente del anteproyecto de Ley del Gobierno sobre de nueva regulación
del Ministerio Fiscal y de la instrucción
penal. Cambiar un sistema como el de la instrucción penal no es cuestión baladí
ni política; es fundamentalmente jurídica. Las fuertes críticas que ayer ha
tenido este anteproyecto (a pesar de ser fiesta en Madrid) han provenido del
mundo jurídico (sobre todo, de entre los
fiscales y sus asociaciones) y no son debidas, tal como dijimos el pasado miércoles,
a un prejuicio político sobre el Gobierno( como autor del anteproyecto), sino a
la constatación técnica de que, cuando menos, atribuir la instrucción penal a
los fiscales requiere inexorablemente una modificación global y concreta del
sistema procesal penal, que no se observa de ninguna de las maneras en este anteproyecto
de Ley. Esa modificación legal exige igualmente una fiscalía completamente
independiente no sólo del Ejecutivo (lo que llevaría, según mi opinión a
modificar el art. 124 de la Constitución) sino, internamente, a la desaparición
del principio de jerarquía lo que haría a cada fiscal instructor independiente,
sin superiores jerárquicos a los que obedecer, y únicamente sometido al imperio
de la ley, tal como ahora lo son los jueces instructores (art. 117 de la Constitución).
Todo ello, sin olvidar, igualmente, que
esa modificación requeriría además un sistema de contrapesos al poder de
iniciar la instrucción en manos del Fiscal que pasaría necesariamente por un
fortalecimiento de la acción popular (art. 125 de la Constitución) y no la ya
anunciada limitación de ésta. En la cabeza del Gobierno nada de eso se contempla
ni se encuentra, pues para ello hay que tener la convicción política y la jurídica
que ni por asomo tiene. De ahí la escasa o nula credibilidad que nos causa el
anteproyecto.
Valentín Cortés