Miércoles 3 de Abril de 2017
La rebelión es cada vez día más
probable
A esta altura del proceso por rebelión
no parece que nadie tenga duda de que los mandatarios y responsables del
Gobierno en Cataluña, en el momento del referéndum ilegal y de la posterior declaración
de independencia, asumieron que el proceso iba a tener un añadido de violencia física,
que vendría del enfrentamiento de ciudadanos a las fuerzas de orden público.
Hoy mismo, otro testimonio más, el prestado por el segundo de la policía autónoma
catalana, lo ha puesto sobre la mesa del Tribunal de forma directa. Por tanto, se
asumió la violencia, lo que significa que se puso en marcha un proceso a
sabiendas de que su desarrollo iba a ser violento.
No es baladí la cuestión que se
está planteando en los interrogatorios de la acusación, y que llega a estos
resultados, pues indica que los que tomaron la decisión debieron saber y tener
en cuenta que, necesariamente, podían estar cometiendo un delito de rebelión, pues a
ninguno de los que tomaron decisiones aquellos días les podía ser ajeno que sus
actos implicaban el quebrantamiento del orden constitucional y su puesta en
acto con hechos violentos.
Si después el desarrollo de tal proceso fue, dentro
de los parámetros del delito de rebelión, realmente violento o no será motivo
de otra valoración probatoria que deba hacer el Tribunal, aunque todo indica
que sí lo fue.
Valentín Cortés