Miércoles 19 de Abril de 2017
Otra
vez sobre la declaración de Rajoy como testigo
Es evidente que la reacción de la
prensa, modo de dar la noticia y comentarios, junto a los de los políticos, nos
presenta un panorama digno de examen, pues ha habido una diputada que incluso
ha afirmado que no pedirán la dimisión
del Presidente por ser llamado como testigo y que sólo lo harán cuando sea
imputado (¡).
Por deformación profesional, como
profesor y abogado, no llego a asimilar todavía que la formulación de los conceptos
jurídicos (por ejemplo, imputación, testigo, presunción de inocencia, etc) parece
que ya no corresponde a los juristas, sino que el pueblo -ignorante del derecho-,
los políticos y la prensa son los nuevos intérpretes y conformadores de los
conceptos jurídicos y legales.
Por eso, como yo doy y emito en este
blog opiniones jurídicas, y lo hago porque soy jurista, quiero afirmar, a pesar de
esa tendencia novedosa, desde esa condición, que un testigo no es un imputado,
ni conceptualmente puede serlo; que un testigo declara sobre hechos que conoce;
y que, en ningún caso, su interrogatorio puede ir dirigido a incriminarlo, pues
la declaración bajo juramento( la que presta el testigo) es esencialmente incompatible
con la declaración incriminatoria, en donde es posible el silencio y la mentira,
sin que se produzcan los efectos penales que sí se producirían en la declaración
del testigo.
Me imagino que esta opinión es
inoperante si, como parece ser, los actuales conformadores e intérpretes del
Derecho (políticos y prensa) han decidido motu
propio que un testigo, por el hecho de serlo, es como un imputado.
Valentín Cortés