Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

jueves, 27 de octubre de 2022

 

Jueves 27 de Octubre de 2022

El verdadero debate en la reforma del delito de sedición

Toda la prensa habla del acuerdo alcanzado por el Gobierno y ERC para reformar el delito de sedición.

Que ese anuncio tenga efectos políticos, mucho más si se cumple y explicita en la reforma del Código Penal, nadie lo pone en duda, porque partimos del bochorno que produce saber cuál es la finalidad del acuerdo alcanzado, que si para unos es aprobar los Presupuestos, para otros es la impunidad futura y pasada de determinada personas (caso de Puigdemont y compañía).

Pero ese, siendo muy importante, no es para nosotros el debate. Para nosotros el centro de la cuestión es si unos hechos que se tipifican ahora como delito de sedición deben seguir siendo castigados penalmente y si ese castigo debe ser severo. Porque en definitiva lo que se castiga ahora en el art. 544 CP es el alzamiento público y tumultuario para impedir, en contra de la Ley o con la fuerza, la aplicación de las leyes a los ciudadanos o a las autoridades ejercitar sus funciones o impedir el cumplimiento de resoluciones administrativas o resoluciones judiciales; es pues un castigo por actos que van contra la esencia del Estado de Derecho y la convivencia de los ciudadanos.

  Obsérvese que el Código Penal están tipificadas conductas, y otras no, no por capricho sino por exigencias sociales de paz, tranquilidad y convivencia y salvaguarda de los principios que conforma nuestro Estado de Derecho. La legitimidad democrática del Código Penal, entre otras cosas, está en recoger como castigo lo que la sociedad entiende que debe castigarse. La finalidad de esta reforma no se encuadra en esos parámetros, sino en favorecer una opción política y salvar la permanencia de un Gobierno.

 Este es el debate.

Valentín Cortés