Martes 5 de Junio de 2018
El irredimible independentismo leguleyo
He leído en la prensa( www.elindependiente.com) que el Sr.
Puigdemont y otros fugados han interpuesto en Bélgica una demanda civil contra
el Magistrado instructor del Tribunal Supremo, donde le acusan de falta de
objetividad y de haberlos privado de un proceso justo. También he leído que el
Sr. Comín, uno de los demandantes fugados, ha manifestado que se pedirá la recusación
del Sr. Magistrado porque hay una causa judicial entablada entre el Magistrado
y estos fugados, causa ahora abierta en Bélgica.
Lo que pueda hacer la justicia
belga es difícil preverlo desde el punto de vista jurídico, porque, por lo que
hasta ahora se conoce, en sus decisiones cuenta poco lo jurídico; pero esperar
que la causa de recusación “tener pleito pendiente
con alguna de éstas (las partes)” (art. 219,8ª de la Ley Orgánica del Poder
Judicial)sea admitida por el Tribunal Supremo es harto difícil, dado que con
ese sencillo método nos podríamos quitar muy fácilmente de en medio a todo juez
incomodo que nos vaya a juzgar; es evidente, pues, que la ley se refiere a pleito
promovido por el juez, no por las partes.
Como esto que decimos es un lugar común
en los alumnos de primer curso de Derecho, me temo que estamos de nuevo ante la
utilización fraudulenta del proceso para preparar, aunque sea en la lejanía, el
recurso final ante el Tribunal Europeo, por si acaso los magistrados de allende
los Pirineos están distraídos ese día y mantienen que el Magistrado Instructor
se debería haber abstenido o haber sido recusado. Parecen, pues, los
independentistas, irredimibles en la utilización del fraude a la ley.
Valentín Cortes