Lunes 13 de Noviembre de 2023
Las manifestaciones del domingo
Las manifestaciones públicas de
ayer en toda España tienen trascendencia, más allá de la política, en el meollo
mismo de la inconstitucionalidad de la posible y futura ley de amnistía que se nos
tiene anunciada. Porque esas manifestaciones demuestran que la amnistía produce,
desde ahora, siendo un mero anuncio, una fractura social muy importante y un
rechazo que, por supuesto no cuantifico, pero que se puede decir es muy considerable
y mayoritario.
Tengo dicho en este blog que la inconstitucionalidad
de esa ley se concentra en la clara arbitrariedad del proyecto legislativo, porque
vulnera y niegan uno de los principios fundamentales de la Constitución (la interdicción
de la arbitrariedad: art.9). Cabe recordar que la arbitrariedad se produce,
según el Tribunal Constitucional, cuando los actos estatales (la ley lo es) no están
fundados en Derecho, no son razonados o,
siéndolo, no son razonables. Esta ley no está fundada en ninguna norma de la Constitución,
es más la viola; su razón ( la
que se supone que dará la Exposición de Motivos) no puede ser en ningún caso cierta,
admisible o razonable, porque escapa a toda lógica pensar que esta ley traerá
el sosiego, la paz social, la virtud( dijo el Presidente de Gobierno
hace unos días :”se hace de la necesidad(?) virtud(??)”, el bien común,
o protegerá el interés general, cuando ya desde ahora (lo vimos plásticamente ayer)
produce división y crispación social, confrontación política y favorece exclusivamente
a los dirigentes de los partidos políticos que la han acordado y que se ven
afectados por ella, amén de beneficio personal y político al Presidente de
Gobierno y al partido político que lo sustenta: muy lejos, por tanto, de ser
una justificación de la ley o una “razón razonable” de la misma.
Valentín Cortés.