Viernes 23 de Noviembre de 2018
La
mediatización política de la Abogacía del Estado
La Abogacía del Estado, que como se
sabe está integrada por abogados del Estado, está organizada lógicamente bajo
el principio de jerarquía, por el que
los integrantes del cuerpo están sometidos a las directrices de los jefes y
estos a las del Abogado General. Reprobar
a la Ministra de Justicia, tal como ayer hizo el Congreso, por el cese del
Abogado del Estado jefe de Penal por no haber querido firmar el escrito de acusación
por sedición de los independentistas catalanes decidido por la Abogada General,
no tiene el menor sustento jurídico, pues lo lógico es que si el Jefe ha
perdido la confianza en el subordinado, lo aparte del puesto que ocupa y nombre
a otro que siga las instrucciones.
No seré yo quien opine sobre la oportunidad
de esa reprobación política por esa
causa concreta, pues no es objeto ni materia de este blog, pero sí quiero decir
que en este tema, desde el principio, se ha producido una mediatización de la Abogacía
del Estado, obligándola a ejercer la acción penal, cuando los intereses
públicos que debería defender son sólo y exclusivamente los económicos, que se
traducen en el daño que se ha producido al Estado como consecuencia de la malversación
de caudales públicos llevada a cabo por los independentistas.
Si desde el principio la Abogacía del Estado
se hubiese mantenido en su área de actuación natural, no se hubiera producido
la burda mediatización política de este cuerpo del Estado, de la que ayer
asistimos, por ahora, al último acto.
Valentín Cortés