Martes 20 de Mayo de 2025
Un aforamiento judicial en fraude a la Ley
Todo indica que el actual
Presidente de la Diputación de Badajoz, que está a las puertas de ser juzgado
penalmente (asunto del hermano del Presidente de Gobierno) por delitos
investigados por un juzgado de esta ciudad, se convertirá en los próximos días
en diputado autonómico. Si es así, el resultado será que automáticamente entrará en la categoría
de los aforados judiciales y, así, se alteraría algo tan fundamental
como la competencia funcional del juez que lo está investigando y del órgano que,
en su caso, lo debería juzgar, que la perderían en favor del Tribunal Superior
de Justicia de Extremadura. Esa perdida de competencias afectaría muy posiblemente al resto de los investigados (arts.11 y ss de la Ley de Enjuiciamiento Criminal).
Es evidente que la dimisión de un
diputado autonómico de Extremadura no está prohibida por la Ley: es legal;
tampoco es ilegal que el llamado a ocupar su plaza por orden de lista electoral
renuncie a ocuparla y así hasta llegar al quinto en ese orden (el Presidente de
la Diputación imputado) quien finalmente acepta. Nada de eso está excluido en
la ley. Sin embargo, si todas esas operaciones legales, consideradas individualmente,
están coordinadas, ordenadas e impuestas por una superioridad política para que
esa última persona adquiera judicialmente el apetecido aforamiento judicial, cualquier
sensibilidad jurídica, aunque sea mínima, queda impactada y escandalizada.
En mi modesta opinión, si todo esto se produce, una figura jurídica
trasnochada (el aforamiento), muy mal regulada, pensada en sus inicios para
otros fines y con otras limitaciones, no debería ser obstáculo para que todo ese enjuague,
“formalmente” legal, sea declarado nulo por ser, cuando menos, contrario a
inamovibles principios constitucionales como el de la interdicción de la
arbitrariedad (art. 9) y el de igualdad (art.14), y de quebrar fraudulentamente
el principio de indisponibilidad de la competencia judicial penal( art. 8 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal).
Valentín Cortés