Lunes 19 de Enero de 2015
Cameron y su noción del derecho
Dado su componente emocional, no pensaba escribir sobre el tema de la
matanza en la sede de Charlie Hebdo, pero la otra “opinión jurídica” del Primer
Ministro británico (que he leído en www.elmundo.es ) me ha animado.
Dice Cameron que tenemos el derecho de insultar a los demás. Si tuviéramos
ese derecho, existiría la correlativa obligación, deber o sujeción. Nadie está
sujeto al insulto de otra persona; es más, el insulto nos da una cosa muy
importante: nos da interés para acudir al Juez para pedir, en su caso, la
sanción civil o penal, que pueda merecer el insultador. Por tanto, nadie tiene
derecho a insultar, ni siquiera sacando a relucir el derecho a la libertad de
expresión. Como se ve, Cameron no acierta jurídicamente.
La matanza de Charlie Hebdo es un crimen abominable, y, si alguien se
ha sentido ofendido o insultado en su fe por las caricaturas, tampoco tiene el
derecho a matar, ni a la autotutela, sólo tiene el derecho a acudir al Juez. Esa
es la grandeza de la civilización y es
lo que no comprenden los asesinos, ni han sabido explicar los políticos, que
han mezclado churras con merinas.
Valentín Cortés