Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

miércoles, 23 de octubre de 2019


Jueves 24 de Octubre de 2019

¡Diálogo!

De distintos ámbitos de la vida empresarial de Cataluña, además de la política-sector independentista, se lanzan proclamas en favor del dialogo como método de solución de los problemas que afectan a esa Comunidad; exponente paradigmático de la falta de dialogo sería, para algunos, en este momento, la negativa del Presidente de Gobierno de hablar con el Sr. Torra.

He tenido la paciencia de leer el contenido de ellas, fundamentalmente en www.lavanguardia.com, y no he tenido la fortuna de encontrar en ellas propuestas o contenidos concretos de dialogo, a no ser que se entienda como dialogo la imposición de las tesis independentistas. El Sr. Torra, por ejemplo, se quejó ayer en el Parlamento catalán de que el Sr. Sánchez, en su momento, no quisiera dialogar sobre la propuesta de un referéndum acordado.

Es imposible dialogar, con pretensión de arreglar el problema, si lo que se persigue es vulnerar la Constitución, o si ese dialogo que nos conduciría al pacto que todo lo arregla supone la violación de normas constitucionales.

Yo creo que ese dialogo debería empezar por preguntar a los independentistas si aceptan, como punto de partida, que Cataluña no es sino una comunidad autónoma, parte del Estado español, porque a estos efectos no es otra cosa. Para después preguntar qué proponen para modificar la Constitución, por el camino constitucionalmente previsto.

Todo lo demás es ganas de perder el tiempo.

Valentín Cortés

 

Miércoles 23 de Octubre de 2019
El Sr. Torra: el nuevo Sansón
Lo tenemos dicho en días anteriores: la certeza que tiene el Sr. Torra de que será inhabilitado por la Justicia, hace que esté envalentonado en sus bravatas contra el Estado. No tiene frenos, por tanto, políticos, pues nada pierde, ya que la condena es sólo la inhabilitación que ya tiene ganada en brillantes oposiciones de desobediencias anteriores.
Por eso, quizá lo que esté buscando, como todos los que se sienten como Sansón (y los independentistas son muy dados a los heroísmos míticos), es que con él mueran todos “los filisteos”, que en realidad son representados en este drama por los independentistas de la Mesa del Parlamento catalán. Eso explica la proposición que ha presentado ante ésta, bien es verdad que juntamente con otros partidos del sector independentista, lo que es un claro desafío al Tribunal Constitucional, y que dice el Sr. Torrent que no paralizará, por lo que parece haberse pasado del bando de los filisteos a la de los hebreos.
Y ante esto, ¿Qué puede hacer el Estado? Quizá ha llegado el momento de la responsabilidad del Tribunal Constitucional de aplicar una doctrina sobre la necesidad de poner fin a la deslealtad constitucional, mediante una interpretación no timorata del art. 155 de la Constitución (que cabe, por supuesto) que permita al Estado asumir de nuevo indeterminadas ( las que sean necesarias) competencias en su momento transferidas y hacerlo por tiempo indefinido, tanto como sea preciso para volver a la senda de la lealtad. Pero para eso, el Tribunal debe salir de su, eso que ahora se llama, zona de confort.
Valentín Cortés