Lunes 9 de Septiembre de 2024
De vuelta (1)
De vuelta en este blog a mi opinión jurídica
diaria no encuentro mejor panorama jurídico que el que dejé a principios
de Julio. Pues, de todos los Poderes del
Estado, y de sus órganos esenciales, sólo el Tribunal Supremo, y, últimamente, el Consejo General del Poder Judicial renovado, parece que tienen claro lo que es el Estado de Derecho. En ese sentido, ha sido un hito, en ese tiempo, la
defensa de nuestro ordenamiento constitucional que el Tribunal Supremo,
interpretando correctamente la ley de amnistía, haya mantenido claramente dos
principios esenciales: que la malversación de fondos públicos, de la que se
acusa al Sr. Puigdemont y compañía, no está incluida en esa Ley y que ésta, sin la menor duda, es contraria
a la Constitución y al Derecho Europeo. Frente a esto la reacciones que se han
producido en el Ejecutivo y en la Fiscalía nos demuestran que estamos muy enfermos (jurídicamente); de ello hablaremos
en los próximos días.
Por su parte, el Poder Ejecutivo( porque del Legislativo no hay que hablar debido al seguidismo que hace del Ejecutivo) se ha mostrado muy activo en su marcada e irrefrenable querencia anticonstitucional y así nos ha anunciado nuevas y grandes violaciones de la Constitución (por ejemplo, el concierto catalán a cambio de votos en el Parlamento catalán), de las que también hablaremos en las próximas entradas del Blog. En este sentido, parece que sólo el Poder Judicial( jueces y magistrados individualmente considerados y su órgano de Gobierno) seguirá discurriendo, no por una senda excelente, pero sí por una más adecuada a nuestra Constitución, que impone ( art.117), como sabemos, su total independencia.
Y como fondo del apunte que hago y quiero hacer en los próximos días (como si fuera
el de un cuadro gótico), de nuestra realidad jurídica-constitucional, nos queda observar y analizar el retrato conjunto de los teóricos contrapesos
constitucionales de la ilegalidad en nuestro orden constitucional: el Tribunal Constitucional y el Ministerio
Fiscal, de los que la sociedad española, desgraciadamente parece que duda de que realmente lo
sean; también hablaremos de ello en los próximos días.
Mientras tanto, es evidente que ustedes son
bienvenidos de nuevo a este blog.
Valentín Cortés