Martes 13 de Febrero de 2023
Jurista de reconocido prestigio
Es de conocimiento general que
determinados puestos de la Administración Pública exigen que el candidato, y
posteriormente nombrado, sea un jurista de reconocido prestigio, además de tener
una dilatada y experimentada vida de servicio público. Lo digo por el futuro
nombramiento de la Sra. Calvo como Presidenta del Consejo de Estado.
Que yo recuerde la Sra. Calvo fue
Consejera de Cultura del Gobierno de Andalucía hacia el año 1995 y durante, creo
recordar, ocho años; después ha sido de forma continuada diputada a Cortes,
Ministra de diversos ramos de la Administración, amén de Vicepresidenta del Gobierno hasta hace pocos
meses. Actualmente sigue siendo diputada. Es decir, una gran política.
En la vertiente jurídica, alcanzó
el doctorado en Derecho, según información pública, en 1991 y fue Catedrática
de Derecho Constitucional años más tarde.
Entiendo que este curriculum es ciertamente
brillante en su vertiente política que, a todas luces, ha restado protagonismo
a su carrera universitaria y a su condición de jurista. Entiéndase bien que no
juzgo la valía profesional y científica de la Sra. Calvo, que además
desconozco, sólo me pregunto si tan dilatada y temprana vertiente vital política
( piénsese que nació en 1957) no habrá restado prestigio reconocido a su
vertiente vital de jurista, máxime si tenemos en cuenta que es la presidencia del
Consejo de Estado la que se le encomendará, en el que el último letrado que allí
ejerce su profesión, por el hecho de serlo, ya tiene reconocido ese prestigio jurídico
y en donde la última presidenta designada ha visto su nombramiento anulado por el Tribunal Supremo precisamente por carecer del necesario reconocido prestigio jurídico.
Valentín Cortés