Martes 10 de Septiembre
de 2013
Los políticos y el lenguaje.-
He leído en Expansión que el
Sr. Rubalcaba ha dicho que “la reforma
laboral será la primera ley que nos carguemos” (sic).
Jurídicamente, si hablara o
intentara hablar desde este ángulo, queda menos violento y más adecuado. Podría
haber dicho “Cuando lleguemos al Gobierno
derogaremos la reforma laboral”. El resultado sería el mismo.
Ahora bien, para que una norma derogue a otra norma, en pura técnica
jurídica, es necesario dos cosas; o que la circunstancias hayan cambiado de
modo tal que la vieja norma se demuestre obsoleta; o que se tenga la convicción
de que la nueva norma, sabiendo cual
será, va a producir mejores y más duraderos efectos que la vieja que se
piensa derogar.
Si repaso la noticia no veo más argumento en lo dicho por el Sr.
Rubalcaba que la afirmación escueta de que la reforma laboral ha tenido y tiene
efectos negativos en la creación y calidad de empleo; pero no apunta a señalar
las pautas de la nueva ley para crear empleo y mejorar la calidad de éste.
También habla de que ha tenido la reforma laboral repercusiones en el
descenso de ingresos de la Seguridad Social, porque, dice, la reforma “ha obligado a bajar los salarios” (sic), que son la base de la
cotización.
A la vista de esto, quizá sería bueno que, además de hablar
jurídicamente, se pensara también desde este punto de vista antes de derogar (
no cargarse) una norma jurídica. Lo exige la seguridad jurídica.
Valentín Cortés