Jueves 14 de Abril de 2016
La
acción popular, Manos Limpias y Ausbanc.
Toda la prensa se hace eco de una investigación
judicial en marcha sobre las actividades
de Manos Limpias y Ausbanc con ocasión del
ejercicio por estas entidades de la acción
popular penal.
Lo que ponen de manifiesto estas
informaciones es, de ser ciertas, la degradación del ejercicio de la acción popular,
que tiene su origen en la “profesionalización”
del querellante popular. En su tiempo ocurrió con el Sr. Ruíz Mateos que, como
estas entidades ahora, actuaba según “justiciero”, figura nada deseable en
nuestro sistema procesal penal.
Las bondades de la acción popular,
cuando se trata de delitos que afectan al interés general de forma directa, es innegable
si el Ministerio Fiscal no actúa. Pero la bondad se convierte en perversidad si
profesionalizamos la acción penal, porque ello conlleva un gravísimo riesgo
de inseguridad, de coacción y de mediatización de la administración de la Justicia
en provecho de intereses que, cuando menos, no son los públicos, sino los particulares
de la “organización profesional de ejercicio
de la acción penal” de turno.
Valentín Cortés