21 de Noviembre de 2018
El Presidente de la Sala Segunda del
Tribunal Supremo
El comunicado del Magistrado Sr.
Marchena manifestando que, en su caso, no aceptaría ser propuesto como
Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial,
demuestra ( vid. nuestra opinión en este blog del día 14 de este mes) que hay
jueces que pueden aceptar ser nombrados, por ejemplo, Presidente del Tribunal Supremo
y del Consejo General del Poder Judicial, sin por ello entienda que debe hipotecar
su independencia. Cuando esto se pone en duda por la sociedad (recuérdese el WhatsApp
del Sr. Cosidó, portavoz del PP en el Senado) esos jueces se apartan para que
nadie ponga en duda lo más preciado de un juez: la independencia. Ese parece
ser el caso del Sr. Marchena, por eso se aparta y sigue como Magistrado de la
Sala Segunda y Presidente de la misma.
Esta decisión tiene esa consecuencia
que hemos señalado; pero evidentemente tiene otra derivada, cual es que a
partir de ahora será difícil mantener un sistema de nombramiento de los
miembros del Consejo y de su Presidente del que se pueda deducir entreguismo,
sectarismo o dependencia de los nombrados respecto de los que nombran.
Valentín Cortés