Madrid 20 de Septiembre de 2022
Argumento del Gobierno ante
el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos para defender el sistema de elección
español de los vocales jueces del Consejo General del Poder Judicial
El Gobierno ha tenido que
justificar ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos el método de
elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial por el Congreso
y el Senado; y, en pocas palabras, aunque ha reconocido que es un método lento,
en cuanto que se requieren mayorías reforzadas de tres quintos, estima que es
eficaz para evitar la politización y “decisiones partidistas” en la elección de
los nuevos miembros (vid.,por ejemplo www.elconfidencial.com
y www.elespanol.com).
Sin embargo, todos sabemos que el
Consejo está politizado y que, muchas de las decisiones que toma, sobre todo
las de más enjundia, son presentadas por la prensa como resultado de la
decisión, bien del grupo progresista, o bien del grupo conservador. Y sabemos
los medios legales que ha puesto en marcha el Gobierno para el control del
Consejo. Insistir, pues, que el actual sistema es ahora un buen remedio
a la politización ofende a la inteligencia.
Ese método, si se examina en teoría,
y correctamente entendido, debería evitar la politización; para ello sería
necesario que la elección no se dividiera por cuotas, sino que se hiciera
en mancomún. Es una adulteración del sistema lo que se hace ahora, que
consiste en que cada partido mayoritario designa a sus elegidos (sin que el
otro pueda objetar nada), de modo que la
designación se hace por cuotas que se corresponden a la participación de ambos partidos
en el Congreso y el Senado. Los vocales así nombrados no cuentan, pues, con el
consenso de los tres quintos de la Cámara, sino con la voluntad de nombrarlos
del partido que los propone. Es aquí donde está la corrupción del sistema que
el Gobierno se ha guardado de exponer al Tribunal Europeo.
Valentín Cortés