Martes 11 de Septiembre de 2018
La Universidad del pasado
Hoy (quizá, mañana), que no quiero
opinar sobre la llamada “diada”, que tan flaca anda de historia y gruesa de
manipulación, tengo que referirme a otro caso en el ámbito de la política, en
candelero, como el de la obtención de másteres
universitarios en circunstancias anormales.
Para el público que vive fuera del ámbito
de la Universidad, en el que todavía ser Doctor, Catedrático o haber obtenido
un Master, se sacraliza hasta el extremo, es un escandalo lo que se sabe o se
anuncia en los periódicos. Para los que hemos estado muchos años en la Universidad,
todo esto se convierte en una vergüenza y en un desdoro general que nos afecta,
para colmo, con efectos retroactivos.
La España de la corrupción, que
afloró en los años finales del siglo y primeros de éste, no tenía límites en
los campos de actuación y los corruptos requerían lo que no tenían: dinero,
poder y, los más acomplejados, títulos.
Hasta que no se pronuncien los
jueces yo no opinaré de los casos concretos, porque no tengo datos, pero sí sé
que, lo que cuentan los medios de información, era demandado por una
determinada clase de público y que, me imagino, algún profesor cayó en la
estupidez de “no venderse, regalarse” (Unamuno dixit).
Valentín Cortés