Martes 3 de Diciembre de 2019
El acatamiento a la Constitución
Esta mañana, como otras veces anteriormente,
hemos asistido a la retahíla de acatamientos a la Constitución de los Diputados
y Senadores. Realmente es un espectáculo, pero creo que sin trascendencia jurídica-constitucional.
Lo importante en esas promesas o
juramentos es que se hagan sin estar condicionadas por nada, de modo que la manifestación
debe ser, todo lo barroca y adornada que queramos, pero directa y diáfana en
cuanto al objeto de esta. Si hay alguno que se haya salido de ese esquema, debe
impugnarse; pero de ahí no cabe pasarse en el comentario.
Ya le advirtió sabiamente, por
cierto, el Magistrado Sr. Marchena a aquel testigo, que iba prestar testimonio
en el proceso por sedición, que hacerlo, adornado por el “imperativo legal”, era
una perogrullada. Pues bien, todos estos acatamientos adornados no son sino una
manifestación más de nuestro barroquismo irredento que lo mismo manifestamos en
un pésame en un funeral que en una felicitación navideña. En este caso de las
Cortes, el barroquismo que se manifiesta es, además, manifestación de la poca tradición
y cultura cívicas y políticas de cierto sector de nuestra clase política.
Valentín Cortés