Jueves 17 de Marzo de 2022
Los inspectores de Hacienda
La asociación de Inspectores de
Hacienda ha presentado un libro blanco( www.elconfidencial.com
de ayer) que, así, se añade al informe de los “sabios” contratados por el
Ministerio de Hacienda, del que hablamos hace poco. Y hacen una serie de
propuestas, una de las cuales es digna de elogio: no hay que subir los
impuestos, sino bajarlos, en la lucha contra el fraude fiscal. Sobre esta lucha quiero expresar un par de ideas generales.
Conviene decir que los inspectores
son funcionarios del Estado que, en palabras sencillas, controlan la exactitud
y verdad en el cumplimiento de la obligación fiscal del ciudadano, obligación que
surge de una de las relaciones jurídicas que éste tiene con el Estado, no la
única. Una de las cosas que proponen los Inspectores para luchar contra el
fraude, es la creación de una policía fiscal, que no se entiende bien
que puede añadir a lo que ya hacen los inspectores o a lo que puedan hacer los
cuerpos de seguridad del Estado: porque, si el ciudadano comete delito en
materia fiscal ya se investigará, primero, y castigará, después, por los medios
constitucionales existentes (policía judicial y juez): no hay otro camino; o si
el ciudadano no ha cometido delito fiscal no se entiende bien para que
servirían entonces los inspectores, si
se da la investigación a esa policía
fiscal.
El problema del fraude fiscal no
está, opino, en la inexistencia de policía fiscal (no existe, por ejemplo, policía
urbanística, ni policía de catastro, etc, etc); sino en la eficacia y
eficiencia de la investigación que, por cierto, no se alcanza ni se aumenta
estableciendo eso que llaman “muerte civil” de los grandes defraudadores(¿),
que le veo difícil encaje en la Constitución, porque además de condenar doblemente
y de forma perenne al defraudador, así calificado, lo condenaría a no poder
vivir en sociedad. Tampoco se consigue estableciendo
pautas de demostración y prueba del fraude como las presunciones iuris et de
iure, que eran el elemento probatorio vigente y predominante en el proceso inquisitivo
de la edad media y del renacimiento.
Valentín Cortés