Lunes 16 de Enero de 2023
El requerimiento del Gobierno a la Junta de Castilla
y León y su contestación
Toda la prensa recoge hoy el requerimiento
que el Gobierno ha hecho a la Junta de Castilla y León, a cuenta del protocolo
a seguir previo a los abortos, y la contestación en términos de extrema dureza
formal (como el requerimiento) de la Junta.
Como es obvio no conozco lo
realmente sucedido con ese protocolo y, además, no es mi propósito opinar sobre
ello, que se mueve más bien en el terreno político-ideológico; mi interesa, sin
embargo, entrar en el tema de las competencias que darían o no valor al
requerimiento. Y en este sentido, creo que el Gobierno tiene base
constitucional para efectuar un requerimiento exigiendo el cumplimiento de los principios
y normas constitucionales, y legislación que se pueda derivar de las mismas. En
primer lugar (art. 149.1.1ª Constitución), el Estado tiene competencia
exclusiva para la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad
de todos los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos constitucionales; además,
el Estado, así mismo, tiene competencia exclusiva para establecer las bases
y coordinación general de la sanidad ( art.149.1.16ª); y, en último lugar, por si fuera el caso, el
Gobierno controla la actividad de los órganos de las Comunidades Autónoma en el
ejercicio de las funciones delegadas ( art. 153,b en relación con el art. 150,2
ambos de la Constitución).
De modo que es difícil mantener que
el Estado no puede requerir en estos asuntos a una Comunidad Autónoma; puede.
Otra cosa es que, en el caso concreto, el protocolo en cuestión atente contra el
principio de igualdad que preserva el art. 14 de la Constitución o vaya en
contra de bases generales de sanidad establecidas para el caso del aborto. Eso
es lo que se debería dilucidar y poner de manifiesto. Pero, desgraciadamente, como
decíamos al principio, todo indica que no estamos en el campo constitucional,
sino, más bien, en el meramente político-ideológico,
que, como sabemos, no es objeto de opinión en este blog.
Valentín Cortés