Lunes 17 de Septiembre de 2018
Los aforamientos
Parece que en España hay más de
250.000 aforados (vid. www.elmundo.es de hoy). Yo dudo mucho que
todos, ni siquiera la inmensa mayoría, sean necesarios. Y dudo más que sea una
ventaja para el investigado, pues en muchas ocasiones pierde posibilidades
procesales, cuáles pueden ser algunos de los recursos que podría utilizar si no
fuera aforado. Creo que en esta opinión estarán de acuerdo la inmensa mayoría de
mis colegas universitarios procesalistas.
Sin embargo, el Presidente de
Gobierno, la gran masa social que forman los políticos e incluso la propia
sociedad española, creen que se trata de un “privilegio”
que, afirman, hay que suprimir, por lo que se trata de una medida que, así examinada
y así propuesta, es popular. Por eso la vende el Presidente (véase la prensa de
hoy) con “toda suerte de trompetería y
cohetería”, parafraseando nosotros en esto a un insigne procesalista como era
el Prof. Prieto Castro.
Todas esas personas confunden privilegio con ventaja; el aforamiento
es un privilegio, pero no implica una ventaja. El problema está, por eso se vende
la gran reforma de la Constitución anunciada hoy, en que ese privilegio se
entiende como una ventaja, que viene dada, en muchas ocasiones, porque los políticos,
a través de los Parlamentos, pueden determinar la composición, aunque sea parcial,
de algunos tribunales que conocerán las causas de los aforados. Deberíamos,
pues, empezar por quitar esas “ventajas” (más fácil que modificar la
Constitución) y veríamos si suprimir el privilegio seguiría siendo popular.
En todo caso, ¿sabe el Presidente cuales
de los miles de aforamientos hay que suprimir?
¡Trompetería y cohetería, pues,
para posiblemente un parto de los montes!
Valentín Cortés