Jueves 15 de Diciembre de 2016
El
papel indeclinable de la Justicia en el Estado de Derecho.
Cada vez (por ejemplo, ayer) que el
Tribunal Constitucional o, en menor medida, cualquier otro órgano jurisdiccional
dictan una resolución, en relación con actuación de las autoridades de la
Generalidad catalana, no son pocas las voces que se levantan para manifestar
que este es un problema que no se arregla judicializándolo.
A mí, que soy jurista y
procesalista, me causa estupor que esta idea pueda cuajar, porque ello sería
tanto como cuestionarnos el núcleo mismo del Estado de Derecho, la existencia misma
del Derecho y de la Jurisdicción. Dicho de otra manera, producido el conflicto,
constitucional o jurídico (que es lo que hacen a diario las autoridades
catalanas), no hay más salida natural, constitucional y democrática que
resolver jurisdiccionalmente ese conflicto, porque en la aplicación de la ley está
el fundamento y existencia misma de nuestro
Estado. No entenderlo así es sumamente peligroso y disolvente.
Que esta situación puede ser penosa,
que obligue a tomar decisiones severas a quien está legitimado para ello, no lo
voy a negar, pero también para eso están esos Órganos del Estado y las personas
que los sirven, pues sólo tras la toma de esas decisiones, la oportuna
constitucionalmente en cada momento, salvaremos nuestra democracia, nuestra
convivencia y nuestro Estado, incluso organizándonos de la manera que creamos más
conveniente.
Valentín Cortés