Jueves 20 de Diciembre de 2018
La
pena de banquillo
Parte de la prensa digital de hoy (no
toda) recoge la noticia (aunque de forma muy precaria; vid. por ejemplo www.elespañol.com)
de la absolución por la Audiencia Provincial de Murcia del ex Presidente de la Junta
de esa Comunidad Autónoma, Sr. Sánchez, de los delitos de falsedad y prevaricación.
Por la comisión de esos delitos fue acusado, digamos que con perseverancia, por el Ministerio Fiscal;
fue obligado a dimitir de su puesto
de Presidente al considerar que la tramitación de la querella y posterior
apertura del juicio eran signo inequívoco de corrupción; fue perseguido políticamente por los partidos de la oposición y,
digamos, que abandonado por su propio
partido, en donde se aceptó a regañadientes que no dimitiera también de su
puesto de diputado.
La politización de la Justicia, el
considerar que la mera acusación significa condena, la eliminación de la presunción
de inocencia como herramienta política; en definitiva, el encanallamiento de la
política y el deterioro de la Justicia hace que hoy no sea noticia destacada la
absolución de alguien que fue triturado
por los medios cuando la simple acusación, posiblemente preñada de tintes políticos,
era noticia cumbre de muchos días y culminaba un caso de libro de lo que se
llama pena de banquillo.
Valentín Cortés