Lunes 18 de Mayo de
2020
Una opinión
muy preocupante
He
leído en www.abc.es de hoy los resultados de
una encuesta de GAD-3 que revela que el 50,1% de los encuestados piensan que el
Gobierno ha decidido las comunidades autónomas que pasan de fase, en la llamada
“desescalada” del coronavirus, con criterios políticos.
Desde
el punto de vista jurídico eso significa que la mitad de los encuestados creen
que el Gobierno está siendo arbitrario en cuanto no aplica los criterios
adecuados, cuáles son, en este caso, los sanitarios que, se supone, deben estar
previamente establecidos y aprobados como criterios de aplicación no
discrecional. La Constitución (art. 9.3) garantiza no sólo la seguridad
jurídica, sino la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos.
Debemos
saber que el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo en numerosísimas
sentencias han establecido, por ejemplo, que las sentencias de los jueces son
nulas, cuando son arbitrarias (es decir, no aplican criterios legales
previamente establecidos) y cuando no están ni razonadas ni son razonables.
Pues bien, si aplicamos estos criterios generales a las decisiones del llamado mando
único, desgraciadamente, llegamos a la conclusión de que ese amplio sector
de la población no está descaminado cuando piensa que el Gobierno no aplica los
criterios adecuados de valoración, o que los aplica caprichosamente, sin que sean
apreciados como razonables, ni menos estén razonados, entre otras cosas porque,
además, no sabemos cuáles son los criterios ni quien los ha establecido, lo que
afecta cuando menos al principio de seguridad jurídica.
Esta
encuesta, pues, desvela no sólo un problema político y sanitario, sino
profundamente jurídico y constitucional.
Valentín Cortés.