Martes 11 de Febrero de 2020
Penalización de la apología
del franquismo
Que penalizar la apología del
franquismo (propuesta que ha hecho el PSOE y que recoge la prensa de hoy) sea
una especie de “tapadera” para la muy previsible reforma (a la baja) de
los delitos de rebelión y sedición no me cabe gran duda. Pero ese no es el
contenido de mi opinión.
En realidad, lo que quiero decir es
que para penalizar una apología (que no olvidemos es la defensa, justificación
o exaltación por la palabra de alguien o de algo) el legislador debe tener muy claro
cuál sea el sujeto o el objeto de la apología; porque la imposición de penas
por el juez no se puede hacer fuera de tipos penales claros y determinados.
En este sentido, conviene
preguntarse qué podría entender el legislador por franquismo. Tengo mis
dudas que sea una ideología o una manera de vivir o de comportarse políticamente,
porque en los años que viví en la época franquista sería capaz de distinguir
distintas ideologías o distintas maneras de entender la vida política o,
incluso, de organización del sistema social y estatal; y nada digamos de las épocas
anteriores a mi nacimiento. Otra cosa es que se quiera penalizar la apología a un
ideario político autoritario y no democrático, y, si fuera así, mucho me temo que
la dificultad sería evidentemente el derecho de libertad de opinión.
Las ideas políticas es inútil y,
además, imposible constitucional y técnicamente penalizarlas. Otra cosa son los
actos criminales que se han cometido en un determinado régimen no democrático,
pero la propuesta del PSOE no habla de apología de actos criminales del
franquismo, sino de apología del franquismo.
Valentín Cortés