Jueves 28 de Abril de 2022
Bildu y partidos secesionistas en la llamada Comisión
de Secretos Oficiales
Si nos quedamos en la letra de la
Ley es evidente que tanto Derecho tienen los diputados de Bildu o los independentistas
catalanes a estar en la llamada Comisión de Secretos oficiales como cualquier
otro diputado (puede serlo cualquier diputado que sea elegido, hoy ya por mayoría
absoluta). Pero el Derecho no es sólo la
letra de una ley, o de un artículo de una ley, que se lee aisladamente del resto
de esa Ley o del Ordenamiento, o, si queremos, de la Constitución. Los
interpretes que se quedan en la letra de la Ley normalmente son, lo que se ha
venido en llamar, leguleyos, es decir personas que manejan el Derecho
con una falta absoluta de conocimiento jurídico o aquellas otras que tienen intención
clara de defraudar a la Ley; precisamente por eso, porque lo que aplican,
aunque responde a la letra de la Ley, no es el Derecho que emana de la Ley.
Hoy hemos presenciado del mismo
Gobierno y sus sostenedores en el Congreso una aplicación meramente literal
de la Ley, es decir leguleya y fraudulenta, porque el Derecho( que tiene su
fuente en la Constitución y que debe aplicarse de acuerdo con ella) no ampara
ni puede amparar que parlamentarios, que pretenden subvertir (lo que ya lo han
hecho y que tienen declarado que lo volverán a hacer) la Constitución( véase la prensa digital de
hoy),formen parte de una Comisión parlamentaria que por ley controla parlamentariamente
la actividad del Centro Nacional de Inteligencia, una de cuyas misiones es
defender con su actividad precisamente la Constitución( Ley 11/2002 y LO2/2002,
ambas de 6 de Mayo). Esto, no es, pues, sólo (que también) un error político, es
claramente un fraude patente a la Constitución, basado en una medida de la Presidenta
del Congreso que ayer calificábamos en este blog como jurídicamente arbitraria
y, por consiguiente, contraria así mismo a la Constitución (art. 9.3).
Valentín Cortés