Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 17 de septiembre de 2013


Martes, 17 de Septiembre de 2013

¿Ser, parecer o dar motivos para que parezca?: Esa es la cuestión.

El Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado las recusaciones presentadas por la Generalidad y Parlamento de Cataluña que afectaban al Presidente del TC. Parece ser que el Sr. Presidente era, al ser nombrado magistrado, hace ya bastantes años, miembro del Partido Popular.

Estas recusaciones no podían tener un planteamiento jurídico en sentido estricto, porque ni la  Constitución ni la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional impiden que un magistrado sea militante de un partido político. Quizá el constituyente entendió que al contrario de los órganos judiciales, el TC es claramente un órgano, jurisdiccional de claro origen político. No conozco a nadie que niegue esto. Ahora bien, esta militancia ¿elimina, por sí, la apariencia de imparcialidad? Este es el problema que habrán resuelto los magistrados, pues la carencia de apariencia es motivo de recusación.

Y tendrán que hilar con firmeza el descosido que se ha producido ( de claro origen y contenido político) porque lo que digan tiene que valer para el futuro, pues, que yo sepa, a todos y cada uno de los magistrados se les podría tachar de falta de apariencia de imparcialidad en casos parecidos, pues todos han sido nombrados en circunstancias de lucha, enfrentamiento y componenda políticas.

Porque, ¿Qué es peor, a efectos de perdida de la apariencia de imparcialidad, ser de un partido político, parecerlo, o dar motivos para que lo parezca?

Valentín Cortés