25 de Abril de 2016
La
denuncia tributaria
He leído en www.expansion.com que Podemos propone, entre
otras cosas, que los inspectores fiscales
actúen de incógnito y que los denunciantes tributarios sean recompensados.
Nuestra civilización, me imagino
que con gran esfuerzo, superó el proceso
inquisitivo, cuyos ejes, además del secreto de las actuaciones, la tortura,
la prueba formal y legal, amén de otros del mismo tenor, incluía la delación o la denuncia anónima y secreta y recompensada, sin responsabilidad para
el denunciante. Nuestro sistema sancionatorio actual no puede incidir en esos
errores y vicios, lo que me recuerda la llamada
a los inspectores de incognito o la recompensa por la delación o la denuncia.
Considero que, incluso, la redacción
que acoge el art. 114 de la Ley General Tributaria es lo suficientemente
deficitaria de garantías, pues permite implícitamente la denuncia anónima e impide
la intervención del denunciante en el expediente sancionatorio, para que queramos
enmendarla y empeorarla llenándola de
esencias puramente inquisitivas.
Valentín Cortés