Miércoles 6 de Octubre de 2021
Es necesario un cambio en la
actuación del Tribunal Constitucional
La decisión del Tribunal Constitucional,
de declarar inconstitucional el cierre de la actividad parlamentaria durante la
primera fase del estado de alarma, es muy importante porque sentará
jurisprudencia para ocasiones iguales o similares en el futuro, porque anuncia
nuevas declaraciones de inconstitucionalidad por la actitud tomada por el
Gobierno, mediante la promulgación de Decretos-leyes, y de la Mesa del Congreso
en la pandemia, que ha ido pareja a la del Gobierno, y, sobre todo, porque, creo,
termina con la peligrosa tesis mantenida por el Ejecutivo de que el fin( en
este caso, la salud) justifica cualquier camino o medio que se pueda creer o mantener
que son útiles para conseguirlo: sólo caben los caminos y los medios constitucionales.
En un país como el nuestro en donde
los políticos (en este caso, el Presidente del Gobierno y la Presidenta de las
Cortes) no entienden lo que es la responsabilidad política derivada de la
persistente actuación inconstitucional con motivo de esa pandemia, la decisión del
Tribunal Constitucional, la anterior que anuló el primer estado de alarma, y
las que pueden venir más adelante, llegan tarde y aparecen ante la sociedad
como intrascendentes y ello es algo que debería evitarse.
Posiblemente el TC no ha estado a la
altura de las circunstancias, no entendiendo que la situación vivida en España con
motivo de la pandemia requería de respuestas urgentes a los problemas
planteados, que, en muchos casos, están aun sin resolver; y no se trata de convertir
al TC en un juzgado de guardia, pero sí de establecer mecanismos y modos
que midan la urgencia de los asuntos y establecer un acertado orden de preferencias.
Valentín Cortés